La Orquesta Sinfónica de Bamberg, con 60 años de vida, ha sabido renovar sus propuestas: en 1995 contrató a Ingo Metzmacher como principal director invitado, que ha sabido recoger el sonido labrado por los anteriores, elevando a su vez las prestaciones técnicas de la formación. Desde enero de 2000 tiene como director titular a Jonathan Nott. Nott, que tiene el pedigrí de Cambridge y Londres, donde estudió, comienza el concierto con música del último romanticismo del lugar, el extenso poema sinfónico que Richard Strauss compuso basándose en Nietzsche: Así habló Zaratustra. Para, ya en la segunda parte, abordar San Francisco Polyphonies, de Ligeti, y la Sinfonietta de Janácek, o lo que es lo mismo dos muy distintas cumbres de la música de la segunda mitad del siglo XX.