Hace un par de años Kiko Amat envió un correo a su círculo de amistades hablando de un grupo de chavales imberbes que acababa de descubrir por casualidad. Eran menores de edad y apenas tenían 4 canciones colgadas en su myspace de pop atemporal que unía a los Zombies con Zumpano. Melodías cuidadas, arreglos excelsos y una intuición para los estribillos memorables y clásicos impropios de unos chavales de su edad. No eran estudiosos de la historia del pop, no eran un juguete alguien mayor, simplemente tenían el talento y la intuición para hacer grandes canciones. La frase con la que acababa el correo era exactamente “¿Cuántas veces en la vida te encuentras con un diamante así?”.
Desde aquel correo encendido, the Free Fall Band no han parado de tocar: en el Jazzaldia de Donosti, el Faraday, en el popArb, como finalistas de las Demoscópicas de Mondo Sonoro o en el Villa de Bilbao (fueron los ganadores del apartado pop-rock de la edición de 2011), además de patearse el circuito de salas de Barcelona y alrededores.
Por fin ve la luz su primer disco, un dechado de virtudes para todos aquellos a quien nos gusta el pop cristalino, elegante y arranca sonrisas: Teenage Fanclub, Beatles, Shins, Jonathan Richman, Sneetches, the Zombies, Wild Honey… La fórmula mágica de la canción perfecta de hoy y de siempre.
“Elephants never forget” está grabado en los estudios Bucbonera bajo la atenta mirada de Miqui Puig, cuyo flechazo hace un par de temporadas le llevó inmediatamente a añadirles a su familia de LAV Records. El disco lo co-editan Buenritmo y LAV Records, y es todo lo que hemos envidiado tantas veces en grupos que nos llegaban de Inglaterra: un grupo de chavales imberbes con un talento innato para encontrar la melodía perfecta, un estribillo para recordar. Y encima tocar bien, cantar mejor y hacerlo fresco. Sin duda, uno de los debuts más prometedores del año.