La banda Pan De Higo regresa a la escena estatal con un nuevo disco titulado genéricamente Otros Menesteres. Después de tres producciones en estudio que han marcado su carrera ascendente, y ocho años de escenarios, retornan con un trabajo sincero, enérgico y muy personal, donde invocan los hados de su particular creatividad.
Producido por Juanan San Martín, en los estudios Sonido XXI, y bajo la tutela de la discográfica Maldito Digital, el nuevo trabajo de los catalanes promete sacar lustre a una carrera impresionante, donde oficio está por encima del beneficio, y la introspección personal, se convierte en el adalid de su vena creativa. Once canciones de rock sincero, que abren ventanas a espacios indescifrables, y que forman en conjunto, la imagen de la honestidad. Un disco que habla sobre la música, sobre el quehacer del músico, sobre los sueños, los desvaríos y los sentimientos que se entrelazan a lo largo del camino del músico. Un bello homenaje, no solo al oficio, sino al más allá que se está detrás de la línea del horizonte. Un trabajo que aborrecerán los simplistas, y que adoraran, aquellos que aman la música en toda su extensión.
Otros Menesteres es una obra intensa donde Pan De Higo han querido hablar de lo que verdaderamente les rumia por dentro: la música. Más allá de los estilos, las escenas, y los tinglados del rock-negocio. Más allá del show mediático mass-media habitual, que vomitan las cadenas de televisión y las emisoras de radio convencionales. Este es un trabajo reflexivo, sincero y emotivo, donde las canciones nos transportan a espacios nunca visitados. Es también, un disco de reafirmación introspectiva. De narcisismo inteligente y sereno. Una especie de espejo donde mirarse para descubrir la autenticidad, y el libre albedrío. Están acostumbrados a caminar por sendas no exploradas, y a mirar a los otros con respeto, pero con distancia. Tienen su camino marcado, y ahora, se calzan los zapatos para pisar ese mismo polvo y esa misma grava.
Retornan al placer de lo sencillo, de lo ingrávido, al placer de escupir sus soflamas, y esa rabia romántica que tan bien saben reflejar en sus canciones. Saben escarbar en sus entrañas para buscar las afrentas, los quistes de injusticia, y la belleza manifiesta. Mientras los otros están a lo suyo, ellos, inmersos en un proceso extraño, pero particular, se solazan en encontrar los parámetros precisos que les marcan sus sentimientos. Por eso, Pan de Higo, es una banda de rock con etiqueta propia. Pero es algo más, un conjunto de sensaciones y de sentimientos que se conjuran para emprender un viaje sin retorno. En este zoco donde se venden las mismas gallinas, los mismos sapos robustos, las mismas melodías chirriantes, Pan de Higo no tienen cabida. Solo caminan a través del barullo, dejándose seducir por otros menesteres menos artificiales y menos difusos. Porque Pan de Higo, no son ni mercaderes, ni vocingleros. Son solo música.