Viendo a grandes directores cinematográficos como Francis Ford Coppola, Stanley Kubrick, Joseph L. Mankiewicz, entre otros, Danny Boy-Rivera (Ferrol, 1979) soñó con ser actor. Y lo consiguió. Comenzó compartiendo clases de teatro en la Academia Danthea, de A Coruña, con gente de entre 25 y 30 años mientras él todavía era un chaval. Allí aprendió teatro clásico, comedia, drama… y sobre todo “a crear sus propios personajes y a no sentir miedo en el escenario”.
Como el chico tenía madera de actor sus compañeros le aconsejaron que se dedicara a la comedia. Y les hizo caso. Pero tenía más planes, cursar la carrera de Biología, otra de sus pasiones.
Ávido devorador de cine y comedia, considera a Woody Allen como el primer cómico que le enseñó los entresijos del humor. Bill Hicks, al que describe como “un genio escribiendo y una fuerza de la naturaleza en el escenario”, se encuentra entre sus máximos referentes del stand-up comedy. A nivel nacional, Quique Macías le enseñó a afilar sus textos; admira a Miguel Esteban como referencia en cuanto a estilo, y agradece a Miguel Lago los consejos que le dio para mejorar su técnica. Las claves de la improvisación se las dio Carlos Ramos y de los seminarios de Robert McKee y The Second City extrajo el impulso para buscar nuevas formas de escribir comedia.
En 2009 grabó ‘Las Bodas y los Científicos’, el primero de sus cuatro monólogos en ‘Central de Cómicos’. Años más tarde, el 2012 marcó un punto de inflexión en su estilo del humorista con ‘El Plan B’, monólogo con el que pasó de “hacer reír sin más a utilizar su vis cómica para invitar a la reflexión”. Además, ha participado en el especial ‘Comedia Sin Recortes’ de 2013 y es el presentador oficial de todas las grabaciones de ‘Central de Cómicos’ en Joy Eslava, de Madrid, desde Noviembre de 2012.
Se le ha podido ver además en el ‘Festival Internacional del Humor’de Bogotá para el canal Caracol TV, de Colombia; en ‘Se Hace Saber’, un programa de sketches dirigido por Goyo Jiménez para TVE y, desde 2012 en ‘La Oveja Negra’, su show fijo en 'La Chocita del Loro' de la Gran Vía de Madrid.