Exposición de Xavier Escribà en Torroella de Montgrí

La obra de Xavier Escribà (Paris, 1969) habita esa zona nebulosa entre la pintura y la escultura, no siendo ninguna mientras es ambas a la vez. Creada con capas de pintura que el artista trocea en tiras, vuelve al revés o altera el orden de los materiales para sugerir formas biomórficas, cajas o cojines, Escribà nos libera de las constricciones de la representación y el encuadre para entregarnos una obra conceptual que define la materialidad del arte.

Acumulación, una profunda preocupación por el material, y la eliminación del marco se presenta en un grupo de pinturas que son inesperadamente escultóricas. “Puedo crear objetos sin querer. Así que tengo que aceptar que hago esculturas, aunque el 95% de mi actividad consiste en la pintura.” El crea estas obras híbridas a través de un proceso lento y persistente que él define en términos generales como el “testimonio de su experiencia.” Combinando capas monocromas de pintura acrílica sobre otras, oculta la pintura, dejándola apenas perceptible, mientras que revela sus lados o reverso en formas volumétricas que son la acumulación de esta experiencia.

En los últimos 25 años Xavier Escribà ha tenido exposiciones por toda Europa y su obra se puede encontrar en numerosas colecciones públicas, como el Fonds Municipal d’Art Contemporain (Paris), el Musée d’Art Moderne de Ceret (France), el Museu d’Art Modern (Tarragona), entre otros.