La canadiense Whitney Rose sigue siendo una cantautora aún por descubrir. Compone y canta con toques que recuerdan aquella mirada neo-tradicional de la country music surgida a partir de la mitad de los años 80.
Todo comenzó con los sonidos de lo que algunos llamarían “vintage country” ya que creció en Prince Edward Island y, por entonces, pasaba buena parte del tiempo en el bar de sus abuelos, cuya la máquina de discos estaba llena de canciones clásicas de Patsy Cline y Dolly Parton, sus mayores influencias junto a Keith Whitley. Aquellos temas le impulsaron a componer los suyos propios desde muy joven.
Tras mudarse a Toronto, se sumergió en la escena folk y logró grabar en 2012 un álbum, con su nombre como título que ahora tiene continuación con Heartbreaker of the Year.