Multiple dates
Avinguda Diagonal, 686, Barcelona
Programación completa del V Festival Jardins de Pedralbes.
Una fiesta íntima
Señalado como una de las mejores voces del panorama del pop independiente actual, neoyorkino criado en Montreal en una familia de músicos, Rufus Wainwright sigue rompiendo moldes, ya sea armado con un piano o una guitarra, o con una banda a sus espaldas. Siempre a camino entre melodías populares y sonidos líricos, fruto de su interés por la ópera, el cantautor norteamericano ha logrado desde su debut de largo, en 1998, aunar el aplauso de público y crítica con una determinación artística que no conoce límites.
Tras haberse ganado el respeto con su primer álbum, llegó “Poses” (2001), escrito en el legendario Chelsea Hotel de Nueva York (fuente también de inspiración de su admirado Leonard Cohen, cuyo Halellujah, Rufus versiona como nadie), su imprescindible segundo trabajo, que lo catapultó a lo más alto, más allá del escaparate alternativo, con temas como “Cigarettes and Chocolate milk” o “Grey Gardens”. Desde entonces, en su producción se han ido alternando los ritmos barrocos pero pegadizos con ritmos oscuros, fruto de una intensa vida interior y de un pasado ajetreado. Canciones, todas ellas, en las que se advierte una ejecución vocal perfecta sin miedo a la complejidad armónica, muy poco común en artistas de su generación. Cantante poliédrico, más allá del estudio de grabación el estadounidense ha sido capaz, por ejemplo, de versionar a Judy Garland en un concierto entero (editado en DVD en 2007). Su voz, además, aparece en las bandas sonoras de filmes como Shrek o Moulin Rouge. Su último álbum, “Out of the Game” (2012), es quizás el más dulce y bailable de su carrera, fruto de su reciente matrimonio, y una muestra del buen momento que atraviesa en la actualidad.
Este año, después de la publicación de “Take All My loves”, un trabajo en el que pone música -y recita, junto a otros artistas- nueve sonetos de William Shakespeare, se embarca en una gira mundial que lo llevará también a Pedralbes. Para Wainwright, los conciertos de este tour son un divertimento que lo libera de su compleja y también exitosa faceta de compositor operístico (“Prima Donna”, 2009; “Hadrian”, 2018), y por lo tanto, una fiesta íntima en la que, siempre buscando la complicidad del público, no escatima en ofrecer sus grandes éxitos, en un escenario aparentemente desnudo que logra llenar solo con un instrumento y su voz.