About Jane Joyd
No deberíamos ver la proliferación de artistas femeninas, más o menos enmarcadas en el folk, únicamente como una moda. Detrás de los fenómenos mediáticos hay un barullo molesto para el público al que solo le interesa la música. Pero a veces, cuando todo orbita alrededor de un formato o de un artista concreto, también descubrimos talentos que a lo mejor no hubieran tenido una oportunidad si el contexto fuera distinto. La de la coruñesa Elba Fernández llegó en la edición del pasado año del Proyecto Demo, el concurso que busca nuevos valores organizado por el Festival Internacional de Benicàssim y Radio 3. Elba hace música como Jane Joyd, un nombre sacado de un cortometraje que cuenta la trágica vida de una estrella del cine; un detalle que da pistas sobre el tipo de historias que le interesan. Se presentó con unas canciones registradas unos meses antes en los Estudios Abrigueiro de Lugo por el mero hecho de tener algo grabado, según ha contado. Y de ese modo, sin grandes ambiciones, como si fuera un paso más en el proceso de llegar a tener una voz propia, acabó llevándose el triunfo y tocando en el festival castellonense. Desde entonces, la cálida acogida que ha recibido su música empuja una carrera que avanza lentamente, aunque con más inconformismo e inteligencia que la de muchas de las artistas con las que ha sido comparada.



De hecho, este trabajo poco tiene que ver con el folk de inspiración estadounidense de sus inicios. Se trata de un EP que solo se acerca a la música tradicional en las interpretaciones vocales con espíritu blues (“The Cage”, “Renard Came To My House, Stole My Smile And Left Forever”). El formato no es un detalle secundario: la intención era dar cohesión a las canciones por su contenido conceptual y por su sonido. Son cuatro historias en forma de fábula, protagonizadas por animales que portan deseos, miedos y tragedias humanas: un pájaro enjaulado, un caballo sin corazón, un pez muerto y el zorro Renard, personaje de la literatura medieval francesa que ha mantenido vivo el mundo de los libros para niños. Domina la atmósfera solemne, los decorados oscuros, la gravedad y el trasfondo de dolor, como adelanta el título: “Shy Little Jane Presents: The Dramatic Tale of Her Animals”. Pero también condensa una energía y una rabia que estalla cuando menos te lo esperas, ayudada por las cuidadas instrumentaciones (“Dead Fish”, “Heartless Horse (The Disappearing Act)”).



En su gestación han participado 16 personas, sin contar a la propia Elba y a Xulio Vázquez, mano derecha, coproductor y percusionista de su banda. Un equipo formado por músicos de viento, un teclista, un grupo de cuerda, un bajista y un coro que también la acompañará en sus directos. Todo ellos han ayudado a crear una música que destaca por ir directamente a activar imágenes en nuestro cerebro. Digamos que Jane Joyd se ha movido hacia la música para cine o el imaginativo pop de artistas nórdicas como Hanne Hukkelberg, Ane Brun o Jenny Hval. Y el detalle y el mimo con el que se ha hecho este mini-álbum llega también a su envoltorio, una preciosa caja que se acerca a la idea del disco-objeto. Además de escribir bonitas canciones, Elba es diseñadora y fotógrafa. Con la misma pasión con la que interpreta, ha creado la portada y una postal para cada corte, en las que presenta a los protagonistas de sus historias; por si alguien no es capaz de dar rienda suelta a la imaginación escuchando su música.