Esta banda ha conseguido llegar a sonar a sí misma, cosa difícil y que muchos grupos nunca logran. Hay que dedicar mucha ilusión y esfuerzo hasta dar con los sonidos, con el equilibrio y con las canciones adecuadas. Aun así estaremos lejos de dominar la música, pero por lo menos seremos dueños de nuestro propio arte. Ellos lo han alcanzado con este tercer disco gracias a sus incontestables e innumerables conciertos y a su dedicación y pasión, que les hace merecedores de un sitio en la historia de la música independiente española, si es que eso sirve de algo.