En una primera mirada superficial The Hooten Hallers podrían parecer un trio de Blues peleón con grandes dosis de Hillbilly y Punk. Pero si rascas un poco esa superficie y adentras en su música, te darás cuenta que estos cavernícolas procedentes de Missouri (Columbia, USA), en realidad se asemejan a un grupo perdido de extraterrestres viajando en el tiempo desde lugares desconocidos para la humanidad. Algunos dicen que vienen de un planeta donde el Rock’n'Roll no ha muerto, donde el Blues todavía se toca desde las entrañas y con el alma. Otros dicen que son reptiles humanoides enmascarados, que por las noches salen de las profundidades de la tierra para envenenarnos con sus ritmos hipnóticos de ultratumba. Un hecho si es cierto, es necesario ser testigo de alguno de sus incendiarios directos o exponerse a sus crudas y salvajes grabaciones para saber a ciencia cierta que se trata de THE HOOTEN HALLERS!!
John Randall toca la guitarra más como un pistolero que como un músico, y su voz puede ser descrita en un punto intermedio entre John Lee Hooker y un mono aullador. Andy Rehm, con su estilo genuino de tocar la batería de pie, a menudo aparenta ser un hombre tratando de vencer a un lobo de dos cabezas, mientras que al mismo tiempo trata de canalizar el fantasma de Minnie Ripperton cuando se emplea a fondo en los coros. Se completa el trío con Kellie Everett, una alquimista musical errante que imprime el carácter y la fuerza necesaria a través de su saxo barítono para enriquecer la coctelera sónica.
Ya giraron por España en junio de 2015 y nos volvieron locos y dejaron boquiabiertos,. Ahora, tres años después vuelven para celebrar sus diez años sobre los escenarios con un nuevo álbum “The Hooten Hallers”, sí cabe mejor que cualquiera de los otros trabajos publicados hasta la fecha. Rock’n’roll, Rhythm’n’Blues, Hillbilly y Punk se entremezclan con ese Blues bastardo y sucio del Delta de Mississippi que les caracteriza, y ese deje a lo Screamin’ Jay Hawkins, Hasil Adkins, o Bloodshot Bill. Estar preparados por si hubiese que llamar a los bomberos porque The Hotten Hallers son unos auténticos pirómanos en directo.